Durante el proceso de valoración actuarial, se recopila y analiza información relevante, como los datos demográficos de los empleados (fecha de nacimiento, fecha de ingreso, sexo, salario, etc.), los términos y condiciones de los programas de beneficios, que llamaremos provisiones, los requisitos legales y las hipótesis demográficas y financieras. A partir de esta información, los actuarios realizan cálculos y proyecciones para estimar los costos futuros de los beneficios y determinar las contribuciones necesarias para financiarlos adecuadamente.
El proceso se describe en el siguiente diagrama:
- Solicitud de información: El actuario solicita la información necesaria para realizar el cálculo, que incluye la base de datos con información demográfica y salarial de los colaboradores o pensionados, la información de pagos y las políticas del beneficio.
- Revisión de datos e hipótesis: Una vez se tiene la información, los actuarios realizan una verificación de consistencia y razonabilidad y junto con esto proponen las hipótesis demográficas y financieras que se espera utilizar en la valoración actuarial.
- Valoración actuarial: Posteriormente, utilizando los datos provistos, el actuario programa las provisiones o reglas del beneficio, proyecta actuarialmente los flujos futuros y los trae a valor presente con las hipótesis establecidas, aplica el método de reconocimiento del servicio pasado y futuro adecuado (normalmente la unidad de crédito proyectada). Como producto de la valoración se obtiene la obligación por beneficios definidos, que será el pasivo que la empresa debe reconocer en sus estados financieros.
- Revelación contable: Con los resultados obtenidos en la valoración actuarial se realiza la conciliación contable del saldo de la obligación por beneficios definidos del final del periodo anterior con los resultados actuales, explicando los cambios con el costo de servicio, el costo de interés, los pagos realizados y las remediciones actuariales. A su vez clasifica los componentes del gasto que se reconocen en el estado de resultados y aquellos que se reconocen en otros resultados integrales. Se realiza una reconciliación de los activos que respalden el pasivo y por consiguiente del archivo neto. Finalmente se revelan las proyecciones de costo para el periodo siguiente. Dependiendo de la norma contable se registran resultados complementarios como lo son el análisis de sensibilidad, estadísticas de la población y proyección de pagos.
- Reporte final: El último proceso de la valoración incluye la realización de un reporte que documente los resultados obtenidos y los revele contablemente, describa los datos, provisiones, hipótesis y método utilizado y se incluya la certificación actuarial y profesional.
Si bien el proceso de valoraciones está liderado por el actuario encargado, es vital para la empresa que lo contrata participar en el mismo en pasos clave como el envío de la información completa y correcta, revisar y aprobar las hipótesis propuestas por el actuario, incorporar la información contable en los estados financieros de la empresa y guardar el reporte como documentación de los resultados.