Durante el proceso de valoración actuarial, se recopila y analiza información relevante, como los datos demográficos de los empleados (fecha de nacimiento, fecha de ingreso, sexo, salario, etc.), los términos y condiciones de los programas de beneficios, que llamaremos provisiones, los requisitos legales y las hipótesis demográficas y financieras. A partir de esta información, los actuarios realizan cálculos y proyecciones para estimar los costos futuros de los beneficios y determinar las contribuciones necesarias para financiarlos adecuadamente.
El proceso se describe en el siguiente diagrama:
Si bien el proceso de valoraciones está liderado por el actuario encargado, es vital para la empresa que lo contrata participar en el mismo en pasos clave como el envío de la información completa y correcta, revisar y aprobar las hipótesis propuestas por el actuario, incorporar la información contable en los estados financieros de la empresa y guardar el reporte como documentación de los resultados.
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