Las promesas o compromisos de largo plazo son de muy largo plazo, el matrimonio, los hijos y la transformación de lo que hoy en día conocemos como retiro o jubilación, tema en el cual nosotros en Habitudes pensamos todo el tiempo.

La longevidad tuvo un aumento sustancial en el siglo XX y en general, hay consenso a nivel mundial de que así seguirá ocurriendo, pero el debate sigue abierto sobre la mejora que tendrá. Según la publicación más reciente de la Asociación Actuarial Internacional al respecto(1), la expectativa de vida a nivel mundial es la siguiente:

Es decir, el tiempo que esperamos vivir en el retiro aumenta aproximadamente un año cada 20 años (de manera consistente, las mujeres viven más que los hombres) y hay que tener en cuenta que estas cifras son un promedio a nivel mundial, así que hay que tener mucho cuidado con su interpretación.

Es aquí donde empiezan las preguntas: ¿Cómo se van a financiar los sistemas de seguridad social? ¿Cómo voy a financiar mi retiro? La tendencia de la regulación a nivel mundial es que la responsabilidad de la seguridad social y en particular el retiro, recae en los hombros de las personas, de tal manera que las Habitudes son muy importantes: Hay que tener hábitos y actitudes que nos conduzcan a un retiro adecuado, en todos los ejes (financiero, salud y emocional).

Estos hábitos pueden ser el resultado de una conversación sincera con uno mismo, con ese yo de 80 o 90 años que te pregunta: ¿Qué vas a hacer en este momento para que yo tenga las mejores condiciones?

En Habitudes queremos aportar al cambio, para que las personas pensemos de largo plazo y que, por lo tanto, mejoramos los hábitos y actitudes que nos conducen a ese destino anhelado, para que las promesas que le hicimos a nuestro cónyuge, a nuestros hijos y a nosotros mismos para nuestra vejez, las podamos honrar de manera consistente, un día a la vez.

Actuarial Perpsectives on World Population Prospects 2019, IAA Population Issues Working Group, International Actuarial Association,
Octubre 2020.