En Habitudes hemos sido testigos del esfuerzo que están haciendo las Compañías de Seguros para ofrecer productos que se adapten a las necesidades actuales del mercado, tendencia que se ha venido acelerando con la pandemia que estamos viviendo.
Hemos sido participes en la creación de productos nuevos. Una vez la Compañía de Seguros nos comparte el diseño del producto, empieza nuestra labor de investigación, el primer paso es conseguir información (de fuentes creíbles) del riesgo a cubrir, bien sea a nivel nacional, como a nivel internacional, esta búsqueda contesta preguntas del estilo: ¿En dónde ocurre? ¿Con qué frecuencia ocurre? ¿A qué horas sucede? ¿Hay zonas de mayor o menor riesgo? ¿Qué factores hacen que el riesgo sea mayor o menor?
Esta información no siempre está disponible en fuentes de nuestro país, así que debemos acudir a publicaciones internacionales. Teniendo el debido cuidado para que la experiencia que encontremos sea trasladable a nuestro país, lo cual ocurre de manera razonable en algunos casos, p.ej. la probabilidad de falla de equipos eléctricos y electrónicos ante fallas del suministro eléctrico, no de falla del sistema eléctrico.
A continuación, hacemos un modelo que replica la mecánica del riesgo, con base en la información que hayamos obtenido. Aquí se mezcla la ciencia con el arte, pues se trata de reproducir, en términos cuantitativos el riesgo a cubrir, respecto de la población objetivo del producto. Si bien es cierto que el modelaje matemático se puede hacer de manera muy granular, no es posible abarcar todas las posibilidades, se trata de personas y puede que haya casos de los cuales no se pueda conseguir suficiente información o que existan casos que no se hayan considerado. En esta etapa, hacer iteraciones con distintos equipos de la Compañía de Seguros es vital, pues la visión y experiencia que aportan distintas áreas (equipo comercial, el área legal, indemnizaciones y reclamos), nos ayuda a tener una visión longitudinal del producto, mediante la discusión de aspectos y contextos que nosotros como actuarios, podemos no entender de manera adecuada o en su dimensión correcta.
El modelo matemático que obtengamos se describe de manera detallada en la “Nota Técnica”, documento que escribimos con el mayor cuidado posible. Debe cumplir con los requerimientos de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) y nosotros buscamos que el documento le sirva a la Compañía de Seguros y a sus distintas áreas como un referente completo del producto, de tal manera que, basados en la síntesis alcanzada en el modelo matemático, hacemos una descripción completa del mismo, tal que permita contestar preguntas que pueda haber respecto del producto, p.ej. ¿Cuál es la tarifa mínima del producto?
“Cada hombre debe juzgar por sí mismo
entre probabilidades vagas en conflicto”
Charles Darwin (1809-1882)
Así mismo, seguimos estándares de práctica internacional, de tal manera que un tercero especializado pueda en algún momento, con base en la información que hayamos utilizado y siguiendo el proceso descrito (todo lo cual debe quedar consignado en los entregables), reproducir los resultados que se muestran en la “Nota Técnica”.